La vida de un yogui es aquella que busca la armonía con los principios que rigen el universo y se compromete a perfeccionarse hasta llegar a conectar con su naturaleza divina
La idea general es que, individualmente, somos como olas de un gran mar. En este sentido todos estamos interconectados y tenemos la misma esencia. Todos estamos hechos de cuerpo, mente y alma, un alma individual que está unida y forma parte de un alma universal. El yogui sabe, tiene fe, que puede ir siendo cada vez más un reflejo de este absoluto que está en él y del cual es el medio.
Hay dos tipos de yoguis: los renunciantes, que abandonan la vida común para retirarse a su práctica espiritual de forma ininterrumpida, o aquellos que tienen el mismo propósito de realizarse, pero viviendo en sociedad. Estos tienen más difícil establecerse en una práctica regular, pero a la vez tienen más posibilidades de interactuar con otras personas y contribuir al bien común. Hoy nos centraremos en comentar la vida de un raja yogui que vive en sociedad.
Este yogui madruga para comenzar su sadhana o práctica espiritual antes de ir a trabajar. Se ha ido a dormir temprano y se despierta pronto con gran precisión; es muy disciplinado, rápidamente conecta con la respiración y con el nuevo estado mental para hacer que la energía universal se manifieste a través de él. Hace movimientos de desbloqueo suaves, visualiza su día y utiliza métodos de limpieza corporal, externos e internos, como pasar agua con sal por las fosas nasales, beber una infusión de té con limón o hacer movimientos circulares del abdomen.
Después pasa a hacer una combinación de movimientos físicos basados en las asanas o posturas de yoga, ejercicios de respiración y meditación. La idea es ir interiorizando y conectándose con el ser. Por ello debe trascender el propio cuerpo, cargarse de energía, dirigir los sentidos hacia el interior, aquietar los pensamientos y meditar en el ser individual o absoluto.
Seguidamente puede beber un zumo vegetal o comer cereales con frutos secos y leche de arroz, por poner un ejemplo, pero no olvida que no sólo debe vivir de los alimentos. El yogui nutre no sólo su cuerpo físico, sino también el energético y el espiritual.
Algunos de los métodos que utiliza son: alimentarse esencialmente de alimentos frescos, sobre todo de origen vegetal, hacer ejercicios de respiración para cargarse de oxígeno y eliminar los residuos de dióxido de carbono, hacer ejercicio justo para vivificar el cuerpo pero no bajar la energía, ir a lugares con aire puro para poder estar al sol un rato. Comer con moderación para facilitar la digestión y comer fibra para facilitar la evacuación. Es esencial no malgastar en exceso la energía sexual, ya que esto le aporta una gran vitalidad. El cuerpo espiritual la nutre con la meditación. Su objetivo es mantener el estado meditativo todo el día.
Respecto al trabajo, entiende que tiene el derecho y la obligación de trabajar para generar los recursos suficientes para vivir con dignidad él y su familia. Mira de hacer un trabajo de acuerdo con su talento o naturaleza o que esté arraigada en su ámbito social o familiar, pero siempre con vocación de servicio. También procura participar en proyectos que ofrezcan un servicio social, que mejoren la vida de las personas y que ayuden a desarrollar la conciencia.
El yogui actúa renunciando al fruto de sus acciones, lo hace todo de la mejor manera posible sin preocuparse de los efectos, ya que sabe que los resultados dependen de muchos factores. El trabajo lo hace manteniendo el entusiasmo, maximizando las acciones positivas, y siguiendo los principios de vida de las enseñanzas tradicionales basadas en el respeto y la no violencia, la veracidad y la honestidad.
Cuando vuelve a casa es momento de compartir y disfrutar la vida con los suyos. Cena ligero y lo combina con un tiempo para el autoestudio, observando cómo ha ido el día; lee algún párrafo de los textos sagrados y acaba meditando por reconectarse y ofrecer los frutos de sus acciones. Se refresca y se lava antes de ir a dormir con la conciencia elevada.
Muy bonito.
Enhorabuena.