La práctica de Dharma Yoga aporta muchos beneficios a nivel físico y ayuda a controlar los pensamientos y a incrementar la concentración. Este estilo de yoga, conocido alrededor del mundo, fue creado por per Sri Dharma Mittra, un maestro y gurú de yoga que comenzó los estudios en la década de 1950. Se le llama “maestro de maestros” y también “la roca del yoga”. Por un lado, sus sesiones de yoga son tan espectaculares por las inversiones y posturas, que hasta el Cirque du Soleil quería ficharlo. Por otro lado, su gráfico de les 908 posturas se ha convertido en todo un referente que se encuentra en la mayoría de las pretigiosas escuelas de yoga de todo el mundo. Si vas a Nueva York, puedes asistir a sus clases, donde enseña yoga a sus discípulos, y donde es un referente mundial para el equilibrio de sus enseñanzas y de su estilo inspirado en el Hatha clásico. En Yoga One tenemos la suerte de tener muchos profesores que han recibido las enseñanzas directamente de él o de alguno de sus mejores discípulos.
Desbloquear emociones
En una clase de Dharma econtrarás siempre una estructura muy sólida y la identificaràs especialmente por la secuencia de inicio denominada Shiva Namaskara, propia de este estilo, y porque las posturas invertidas o sobre la cabeza se hacen en la mitad de la pràctica, en lugar de hacerlas al final como es habitual en la mayoría de los estilos. Cuando practicas las posturas no piensas primero en la alineación, sino que las ofreces y las utilizas como una oración viva. Por eso decimos que es un yoga donde encontraràs muchas posturas que abren el cuarto chacra (centro energético siduado al centro del pecho) con el objeto de desbloquear las emociones y los sentimientos y hacerte sentir más tierno y afectuoso. Sri Dharma Mittra habla siempre de las seis posturas madre del yoga que constituyen los fundamentos sobre los cuales se basa la pràctica equilibrada del Hatha Yoga, asanas que encontraràs con diferentes variantes en todas las clases de Dharma. Estas posturas aportan diferentes beneficios, como la mejora de la concentración, de la sensación de paz, que favorecen la vitalidad y la fuerza del pensamiento, posturas invertidas que te ayudan a mantener la mente atenta y que al mismo tiempo te permiten alinear la espalda, donde están los canales energéticos. Otros están especialmente pensados para tonificar los órganos internos e incrementar la circulación sanguínea y la oxigenación de todo el cuerpo.