Practicar yoga tiene mejores resultados si respiras bien y puedes acceder correctamente a toda la energía de tu cuerpo. Una digestión pesada quita energía, pero tampoco debes hacer una clase con el estómago vacío y sin combustible.
La clave está en encontrar la combinación correcta de ingredientes para crear un snack equilibrado.
Recuerda que para que ya se haya digerido una parte, es mejor si hay por lo menos una hora entre tu snack y tu clase de yoga.
Si practicas yoga durante la mañana
Es posible que al despertar no tengas mucha hambre, pero si vas a practicar yoga de forma más o menos intensa, es importante que consumas algunas calorías antes. Puede que una pieza de fruta parezca suficiente, pero si la clase es intensa, es mejor tomar un batido hecho con leche de soja o un yogur con alto contenido proteico para acompañar la fruta. Si los batidos no son lo tuyo, puedes cambiarlo por un té con leche y miel por ejemplo. Te hidratará y te dará suficientes carbohidratos y proteínas.
No te olvides de desayunar de forma más completa antes de ir a trabajar!
Si practicas yoga al mediodía…
La hora de la comida es bastante cómoda para muchos trabajadores para hacer una escapada y practicar yoga. Si este es tu caso, es importante que comas algo fácil de digerir pero contundente un tiempo antes de la clase.
Puedes probar por ejemplo:
– Manzanas cortadas en rodajas con yogurt de soja y un puñado de nueces
– Una tostada de pan integral con aceite de oliva y puré de aguacate con limón
Para después de la clase, puedes llevar por ejemplo un bocadillo de pan integral más fruta, queso o miel, pero lo mejor es que comas equilibrado y natural antes de volver al trabajo.
Si practicas yoga por la noche…
Es importante recordar comer un snack durante la tarde.
Te dejamos algunas sugerencias, pero lo importante es que el snack que escojas contenga suficientes proteínas, carbohidratos y grasa no saturada. Además de ganar energía, te ahorrarás alguna lesión…
– Una tortita de arroz integral y un plátano
– Salsa de mango, pimientos rojos, frijoles negros cocidos, aceite de oliva y jugo de limón ( la puedes guardar durante varios días en la nevera). La puedes comer una o dos horas antes de la clase con galletas integrales o chips de maiz.
Si has acabado muy cansado, después de la clase y antes de cenar, puedes comer frutos secos, semillas de girasol, coco, etc. pero deja sitio para una cena ligera y sana para asegurar un sueño tranquilo!