Durante las vacaciones de verano puede que te sea más difícil seguir con tu rutina de yoga, porque prefieres ir a la playa o a la piscina. Aunque no te lo parezca, puedes hacer las dos cosas. ¿Cómo? Con el yoga acuático, también conocido como el water yoga.
¿Qué es el yoga acuático?
Es una variante del yoga tradicional, pero se practica un poco diferente, ya que el cuerpo está total o parcialmente debajo del agua. Es una alternativa perfecta para aquellas personas que deseen una actividad con poco impacto en sus articulaciones, que requiera poca flexibilidad y que aporten un montón de beneficios para la salud, de los cuales hablaremos más adelante.
Dado el efecto de flotación, cualquier persona puede practicar yoga acuático, incluso aquellas que padezcan de alguna lesión de espalda, zona lumbar o cervical. Tampoco es ningún impedimento la falta de flexibilidad o el sobrepeso: el yoga acuático es apto para todo el mundo.
Beneficios del yoga acuático
Si bien es cierto que el yoga acuático o wáter yoga es más sencillo que el terrestre, no por eso incorpora menos beneficios. A continuación, mostramos algunos de ellos:
- Favorece la reducción de grasa corporal: como pasa siempre que hacemos actividad física, el yoga acuático también afecta a nuestro cuerpo, reduciendo su grasa y tonificándolo. De hecho, según estudios, un plan de 8 semanas de esta disciplina ya permite ver un gran cambio físico en las personas.
- Mejora la aptitud respiratoria: las sesiones de water yoga mejoran la capacidad pulmonar de los que lo practican. Además, el movimiento de brazos y piernas ayuda una mejor cadencia de la respiración.
- Ayuda a eliminar el estrés: el agua, el ejercicio físico y las asanas proporcionan una relajación al cuerpo, que permite alejarse del estrés acumulado.
- Reduce la tensión arterial y minimiza el impacto articular: el hecho de realizar la actividad parcial o totalmente debajo del agua, hace que la presión arterial se reduzca. Por este motivo, es una actividad altamente recomendada para aquellos que padezcan problemas cardiovasculares. Además, es muy beneficiosa para las personas con problemas o dolencias articulares, ya que es una disciplina de muy bajo impacto.
Consejos para practicarlo
Para finalizar, te brindamos una serie de consejos que te irá bien seguir si quieres probar el yoga acuático. ¡Esperemos que te sirvan!
- Si eres propenso a infecciones de oídos, evita las inmersiones totales y usa tapones
- Coloca música de fondo para conseguir un ambiente todavía más relajado
- Para algunas posturas, te irá bien usar pesas, ya que así te mantendrás anclado en el suelo
- Es recomendable realizar las sesiones en agua tibia, ya que estas suelen durar de 20 a 60 minutos, y el cuerpo debe estar a una temperatura adecuada
- Sobre todo: ve a tu ritmo. Aunque parezca una disciplina sencilla, como todo, requiere su técnica y su práctica. Ve paso a paso y no quieras correr.
Como puedes ver, ni el verano ni el calor son excusas para dejar de hacer yoga; hay un montón de alternativas y variantes. Aun así, si eres más de yoga terrenal, no olvides venir a YogaOne, ¡te queremos conocer!