Los sonidos armónicos de los cuencos tibetanos y otros instrumentos nos acompañan en una experiencia introespectiva de conexión con nuestro mundo interior.

Estos encuentros proponen profundizar en estados meditativos y explorar movimientos internos del “cuerpo-mente”,
Ayudan a equilibrar el sistema nervioso, soltar tensiones físicas y mentales y liberar stress.