El Yin Yoga es una práctica de yoga que combina posturas pasivas y sostenidas durante largos periodos de tiempo, enfocándose en los tejidos conectivos profundos como los ligamentos, los huesos y las articulaciones. Este tipo de Yoga tiene un impacto directo y profundo en el sistema nervioso, promoviendo la relajación, el equilibrio y la regeneración.
El Yin Yoga induce un estado de relajación profunda, lo que activa el sistema nervioso parasimpático (SNP), responsable de las funciones de “descanso y digestión”. Al sostener las posturas de manera pasiva, el cuerpo tiene la oportunidad de bajar el ritmo cardíaco, disminuir la presión arterial y relajar los músculos. Esto contrarresta el sistema nervioso simpático (el responsable de las respuestas de “lucha o huida”), que a menudo se encuentra sobreestimulado en la vida moderna.
El Yin Yoga ayuda a tonificar el nervio vago, un componente crucial del sistema nervioso parasimpático que regula funciones vitales como la frecuencia cardíaca, la digestión y el estado de ánimo. La práctica de respiraciones lentas y profundas durante las posturas yin estimula este nervio, promoviendo una mayor resiliencia emocional y la habilidad del cuerpo para regresar a un estado de calma después de situaciones estresantes.