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CUERPO, MENTE Y ESPÍRITU

Saucha. Pureza

Para cultivar la pureza debemos mantener nuestro cuerpo, nuestra mente y nuestra palabra lo más limpios posible. Esta limpieza nos ayuda a mantener nuestra integridad personal, a no dispersarnos. De esta manera, podremos conectar más fácilmente con nuestra fuerza interior.

En cuanto al cuerpo, la práctica de asanas y de pranayama y una dieta adecuada nos limpia internamente. Exteriormente también es importante la higiene diaria y vivir en un ambiente limpio y ordenado. La mente se irá limpiando en la medida en que cultivemos pensamientos elevados, positivos, altruistas, compasivos, justos, etc. y a través de la práctica de la meditación. Si aquello que pensamos fluye de una manera lúcida, nuestras palabras también deben reflejar esta lucidez, siendo coherentes y sinceras.

Tapas. Calor

Tapas significa calor, abrasar, y se refiere al fuerte calor intenso que sentimos en la práctica del Hata Yoga (Yoga físico) que purifica el cuerpo y la mente.

En nuestra vida, Tapas, por un lado representa la voluntad y el esfuerzo que debemos poner en algo para conseguir un determinado objetivo, y por el otro a la tolerancia para aceptarse a uno mismo y a los demás, y para adaptarse a las circunstancias y a las situaciones difíciles que puedan llegar a nuestra vida. Estos dos aspectos de Tapas nos ayudan a crear una gran fuerza interior y a la vez desarrollar flexibilidad y capacidad de adaptación para superar cualquier obstáculo.

El practicante de yoga utiliza Tapas para aceptar las situaciones adversas sin dejar que creen inestabilidad, ya que no se apega a ellas.

Santosha. Gozo

Santosha se refiere a una actitud ante la vida de alegría y felicidad, a la que se llega a partir de la aceptación de lo que somos y de nuestras circunstancias y, sobre todo, de vivir en el “aquí y ahora”, disfrutando de cada momento. La mente y sus productos, los pensamientos, oscilan, vienen y van del pasado al futuro y viceversa, a menudo se instalan más en uno que en otro, lo que nos retiene dando vueltas a lo que ya ha pasado o nos proyecta hacia el futuro generándonos ansiedad por aquello desconocido que ha de venir.

La práctica de Santosha nos pide un trabajo consciente para dirigir nuestra atención, nuestra mente, al momento presente, a la actividad que estemos realizando en ese preciso instante.

Si conseguimos vivir conscientemente el presente, nos daremos cuenta que los recuerdos del pasado y las expectativas sobre el futuro son irreales. El pasado no podemos revivirlo y lo que ha de suceder en el instante siguiente lo creamos en nuestra imaginación.

Algunas de las prácticas que contribuyen a cultivar Santosha son la relajación, la meditación, la respiración o el canto de mantras.

Swadhyaya. Estudio y comprensión

Swadhyaya significa cultivar nuestra parte espiritual a través del estudio y del conocimiento de nosotros mismos, de la reflexión sobre nuestra verdadera naturaleza.

La práctica de Swadhyaya va más allá del conocimiento intelectual, que surge de la razón e implica activar, utilizar nuestra capacidad de discernimiento para distinguir cuando actuamos desde la personalidad y desde el ego, y cuando realmente lo hacemos desde el espíritu, desde el corazón. Es entonces cuando se manifiesta nuestro propio Yo.

La práctica de Swadhyaya puede empezar buscando momentos de silencio que nos permiten conectar con nuestro interior, dedicando tiempo a leer textos clásicos sobre yoga o sobre la vida de los grandes yoguis.

Isvara Pranidhana. Devoción a la divinidad

Isvara significa “Dios” y Pranidhana “devoción, entrega”. Este nyama significa el reconocimiento de la existencia del aspecto divino.

Para reconocer y ser consciente de Isvara es necesario actuar conscientemente, poner toda la atención en todo aquello que hacemos para vivir plenamente en el presente. De este modo podremos conectar con nuestro aspecto divino, establecer una relación directa con nuestra parte espiritual (el Yo Soy que hay en nosotros).

Para poder escuchar esta voz interior que es la manifestación de nuestra verdadera esencia divina, debemos intentar mantener la mente centrada en el momento presente y evitar que se disperse. A través de la práctica de Isvara, de la conciencia, empezaremos a darnos cuenta de nuestro poder personal, de nuestro potencial, que van más allá de los límites que crea nuestra mente y empezamos a reconocer el Yo Soy que está en todas las cosas.

Isvara tiene también un aspecto devocional que se despierta a medida que profundizamos en esta actitud consciente