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CUERPO, MENTE Y ESPÍRITU

Como hemos dicho anteriormente, el objetivo final del yoga es la unión del ser individual con el ser universal. Es decir, la unión de una realidad cambiante (el si mismo individual) con una realidad inmutable (la consciencia absoluta).

El ser individual es cambiante, sujeto a las ilusiones creadas por la mente, a su ignorancia e incapacidad para distinguir lo que es real de lo que no lo es. Esta ignorancia hace que en la vida de los seres individuales haya a menudo una búsqueda incesante de amor, felicidad, de reconocimiento, que refleja nuestra percepción de una realidad superior que intuimos pero que no podemos alcanzar.

Según las enseñanzas del Yoga, la realidad (el ser Universal, Cósmico) es inmutable e inmóvil y en cambio, el mundo donde nos movemos los seres individuales, el mundo manifiesto, se encuentra en un estado de flujo y cambio constante. A este mundo manifiesto, e ilusorio se le denomina Maya.

Nuestro cuerpo y nuestra mente son parte del mundo ilusorio de la materia (Maya) y tienen una vida limitada, pero el espíritu (el Ser Universal) que hay dentro de nosotros, nuestra verdadera esencia, es Eterno e inmutable y cuando el cuerpo muere y se desconecta la conciencia de este mundo, el espíritu pasa a otro cuerpo a través de la reencarnación. Así, a través de sucesivas reencarnaciones, nuestra capa de ignorancia y de ilusión que nos hace sentirnos separados (en el espacio, el tiempo y la causalidad) del Ser Universal se va reduciendo y nos permite acercarnos a la Unión con el Ser Universal que habita también en nuestro interior.

Es por ello que todas las acciones, en esta vida o en la siguiente, tienen gran importancia y debemos realizarlas de forma plenamente consciente. El pensamiento o la filosofía yóguica tiene como uno de sus pilares la ley del Karma, que se basa en el principio de acción-reacción, de causa y efecto. Llegamos a esta vida con el karma acumulado de vidas pasadas y todas las acciones que realizamos a lo largo de la vida presente tienen su efecto, generando mayor Karma o menos, reduciendo el acumulado y acercándonos así a la unión con el Ser Universal.