Yoga significa unión, es decir integrar en la práctica la parte física, mental y espiritual. Cuando un practicante empieza su práctica de posturas (asana) siente primero el cuerpo físico, luego empieza a tener sensaciones de tipo emocional, a sentir la conexión con su respiración y llega un punto en el que puede llegar a sentir una conexión con su propia alma (espíritu) y la energía universal.
Con el tiempo, la práctica se va trasladando a los diferentes aspectos de la vida y se siente la necesidad de alimentarse mejor, de vivir según los principios morales del yoga, estar en contacto con la naturaleza, leer textos clásicos sobre yoga, meditar o simplemente disfrutar y vivir el silencio.
El objetivo de todo practicante debe ser realizar una práctica integral que incluya todos los aspectos de las 8 etapas del yoga, ya que sólo a través del perfeccionamiento de cada uno de los pasos se puede llegar finalmente a la liberación.