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CUERPO, MENTE Y ESPÍRITU

Los requisitos para una práctica correcta de las asanas son:

  • Respiración

– Respirar siempre por la nariz. Dependiendo del estilo de yoga que se practique se utilizará un tipo de respiración u otro.

– Mantener un ritmo de respiración constante y equilibrada durante la práctica, en la que la duración de la inhalación sea igual o parecida a la de la exhalación. El objetivo es igualar prana y apana, para llegar a samana, en el que conseguimos un estado de conciencia e interiorización que nos permite experimentar la postura desde un punto de vista energético, trascendiendo el plano físico.

– Coordinar respiración y movimiento. Unir cuerpo y respiración. Sincronizar la inhalación con un movimiento de elevación o expansión del cuerpo, y la exhalación con un movimiento de descenso o contracción.

– El objetivo es, por un lado, que el prana (energía vital) que absorbemos del aire se distribuya por todo el cuerpo y pueda llevar oxígeno a todas las células y, por el otro, ganar mayor control sobre los movimientos de nuestro cuerpo para poder mantener la postura sin esfuerzo físico y sin crear tensiones.

  • Alineación corporal

Todas las partes del cuerpo están implicadas en la construcción de una asana y deben estar correctamente alineadas para poder experimentar todos sus beneficios.
La alineación correcta permite:

– Descubrir desequilibrios y hábitos posturales perjudiciales.

– Encontrar una alineación neutra, poniendo especial atención en no crear tensión en zonas delicadas como el cuello (cervicales), la parte baja de la espalda (lumbares) y la articulación de la rodilla.

– Buscar el equilibrio entre las fuerzas opuestas que sostienen la postura. En toda asana hay una o varias partes del cuerpo que se mantienen fuertes, que aguantan y otra(s) que se sueltan y se relajan. Este equilibrio de fuerzas nos permite mantener la postura sin que haya desgaste físico ni energético.

– Distribuir correctamente el peso del cuerpo.

– Evitar bloqueos musculares o articulares.

– Utilizar la infraestructura interna (huesos), es decir, movernos desde lo más profundo y, desde aquí, estirar y alargar creando una conexión profunda del conjunto de articulaciones y cadenas musculares implicadas en la postura.

  • DRISHTI. Mirada

– Una vez en la postura es importante mantener la mirada concentrada en un punto. Si la mirada es estable, la mente estará estable y la postura también será estable.

– Mantener la mirada centrada en un punto nos ayuda a enfocar también nuestra mente y sentir la colocación de cada una de las partes de nuestro cuerpo dentro de la postura.

  • Consciencia

Sólo cuando ponemos toda nuestra atención en aquellas partes del cuerpo que implicamos para construir y mantener una postura, cuando estamos totalmente concentrados para que sea nuestra mente la que dirija el cuerpo y la respiración, podemos llegar a experimentar el estado de yoga a través de la postura física.

Este estado se manifiesta cuando nuestra mente está totalmente ocupada en sentir todas las partes del cuerpo (tanto las que están en movimiento como las que permanecen en reposo) y en seguir el ritmo de la respiración. Entonces el flujo de pensamiento cesa y podemos trascender la postura.

Es a través de esta conciencia que podemos llegar a percibir no sólo lo que ocurre en el plano físico, sino también en el energético y sutil. Cuando podemos trascender, ir más allá del cuerpo físico, podemos desarrollar las cualidades del alma (compasión, intuición, altruismo, bondad, tolerancia…).

  • Anatomía

Algunos libros de referencia para profesores de yoga son: Las muñecas y las manos clave en el Hatha Yoga y Las posturas clave en el Hatha Yoga, ambos de Chris Macivor también recomendamos Anatomía para el movimiento, manual que usaremos en este curso. En él podemos encontrar definiciones sobre los componentes principales de nuestro cuerpo, desde el esqueleto, las articulaciones, los cartílagos, los ligamentos y los músculos.

Se destacan las características del tronco, especialmente por la capacidad articular de la columna y su relación con la pelvis.

Los hombros, los codos, las muñecas y las manos son también muy importantes para los practicantes, ya que hacen posible que los brazos realicen una amplia gama de movimientos y tienen en el libro un apartado especial.

Las caderas y las rodillas también son descritas detalladamente. La primera es clave para soportar el peso y mantener la estabilidad del cuerpo, así como coordinar los movimientos del tronco mientras que las otras permiten articular las piernas. Ambas están estrechamente relacionadas por diversos músculos comunes.

Finaliza con información sobre el pie y el tobillo, los cuales son también muy importantes para estabilizar el cuerpo.

Algunos aspectos importantes a tener en cuenta al practicar yoga es la alineación del esqueleto: los tobillos con las rodillas, las caderas con hombros, etc. Esto hace que al alinear el eje largo de los huesos con la gravedad, se realicen las posturas con menor esfuerzo muscular, acercándonos a lo que Patanjali define como el ideal de la asana que debe ser cómoda y estable.

Otro aspecto importante a tener en cuenta es la naturaleza de los músculos, los cuales por el reflejo de estiramiento si se sobreestiman, se contraen. Por ello, al practicar hay que mantenerse en la zona de comodidad y usando la adaptación ir progresando con paciencia y constancia.